Han pasado los años desde la última vez que me sentí mal conmigo misma y con mi entorno, encerrada en mi dolor y en mis recuerdos de agresiones verbales y físicas que en conjunto me dolieron hasta el alma, me caí una y otra vez y una y otra vez me levante, más por necesidad que porque realmente quisiera hacerlo, hasta que llego un día que cansada de tanta angustia, frustración y violencia decidí quitarme la vida y cuando tuve la oportunidad de hacerlo, ver a mis hijas y pensar en su futuro sin mí, ese pensamiento me detuvo.
Llego el momento que mi alma ya no podía más y por dentro mi cuerpo se sentía cansado reflejándose en dolencias de todo tipo, fue ese día en que por fin me di cuenta que realmente no me quería y si yo no lo hacía como era posible que le dijera a una pareja “te amo”, me pregunte ¿realmente amo a mis hijas?, se lee fuerte y sin embargo es una realidad, tenía que reinventarme, redescubrirme y empezar de nuevo sin hacer a un lado toda la historia vivida porque ya formaba parte de mí, solo tenía que aprender a recordar sin dolor, así que ávidamente busque y busque hasta que encontré la forma de querer y amar a la personita que veo reflejada en el espejo todos los días cuando me levanto, YO.
La sociedad en la que vivimos, vive la vida de una forma tan ajetreada, en un ir y venir incansable preocupados más por el materialismo que por sí mismos y si a eso le añadimos los estereotipos con los que educamos a nuestros hijos, como por ejemplo: cuando le decimos a un niño: No llores porque los niños no deben hacerlo y a las niñas casi las enseñamos a ser frágiles y vulnerables, de acuerdo a como vivamos la infancia hasta los 8 años aproximadamente será lo que marque la personalidad de cada uno de nosotros, la mayoría de los seres humanos de una u otra forma llevamos ciertas experiencias que nos marcan en la vida y de ahí surge la falta de amor a uno mismo, a una misma, la baja autoestima y la tristeza que nos hunde.
Te recomiendo que hagas lo siguiente:
1.- Cuando termines de leer este artículo, ve al espejo (para que esperar al tiempo adecuado, anda, te invito a que lo hagas), respira profundamente y comienza a observarte, tu cabello, tus cejas, tus ojos, tu mirada, observa cómo has crecido porque en tu mente esta esa niña pequeña, de hace ya tantos ayeres, ¡salúdala!, dile cuanto la has extrañado y dile lo siguiente: Mi pequeña niña hoy te he reencontrado, a partir de hoy, te voy a escuchar y a respetar, te amo desde el fondo de mi corazón por lo que eres y por lo que no eres, dile todo lo que le quieras decir, siempre en positivo. Hazlo durante el día cada vez que tengas oportunidad. ¡Redescúbrete!
2.- Si tu volvieras a ser esa pequeña niña ¿Que te gustaría hacer?, tal vez ir al cine a ver una película de Disney?, o simplemente ir a tumbarte al agradable pasto de un jardín?, lo que sea que quieras hacer ¡hazlo!, ve de paseo con tu niña interior, platica con ella.
3.- Este ejercicio es fabuloso, con tu mano dominante, es decir, si eres diestro es la mano derecha, si eres zurdo la mano izquierda, vas a preguntarle a la pequeña niña ¿Cómo se siente HOY?, y con la mano NO dominante la niña va a contestar, sin pensarlo mucho, sin ser tan racional, la niña dirá como se siente, practícalo sin prejuicios y veras que te funciona.
4.- ¡Escribe! La escritura es sanadora, escribe todo lo que alguna vez sentiste que te hizo daño, las situaciones, las personas, escribe todo tal y como lo sientes, no importa que escribas desde cuando eras una infante, tal vez escribas con rabia, con sentimiento, con tristezas y una vez que hayas concluido, vuelve a leerlo, toma un cerillo y quema esas hojas, observa cómo se van convirtiendo en cenizas que vuelan y con ellas se van de ti todas esas emociones, para dar paso a una niña-mujer totalmente renovada.
5.- Asiste a terapia, alguien dijo por ahí, leche, huevos y terapia es canasta básica y estoy de acuerdo, así como vamos al médico por un dolor, así también debemos cuidar nuestra salud mental, nuestros pensamientos que son el reflejo de nuestras acciones y estados anímicos.
Te sugiero que no platiques tu proceso, eso es tuyo solamente.
Si gustas comparte por inbox con Mujeres en Evolución como te va con estos ejercicios fantásticos.
Tanatóloga
Xóchitl Moreno Uscanga