La distancia física muchas veces no tiene que ver con la distancia emocional, puedes estar a kilómetros de distancia de un ser amado y mantener ese sentimiento intacto, mantenerlo presente de muchas maneras, buscar contactos por todas las vías disponibles e inclusive hacer que afectos crezcan y ocupen lugares más importantes que los que originalmente tenían en nuestras vidas.
La distancia física no mata el amor, mientras que existen cualquier otra cantidad de cosas que sí hacen que nos desliguemos afectivamente de alguien. Por solo citar ejemplos, presentamos una lista de actitudes que alejan más que la ausencia física de nuestros afectos:
La falta de interés: Cuando sentimos que la otra persona no hace nada para sumar a la relación, para dedicarnos tiempo, cuando no sentimos ocupar posiciones privilegiadas en su lista de prioridades, tendemos a alejarnos.
El maltrato: A nadie le gusta ser maltratado por alguien más, por mucho afecto que se tenga, éste se va opacando y cada vez se distorsiona lo bonito para darle entrada al resentimiento, la inseguridad y en el mejor caso, la separación.
Los juicios hacia nuestras acciones: Todos vamos recorriendo caminos y aprendiendo con cada paso, cada uno de nosotros tiene libertad para equivocarse, para volverlo a intentar y crecer en su proceso. El tener a alguien cerca que cuestiona y juzga nuestras decisiones y nuestras acciones puede dar como resultado que adoptemos para nosotros la duda, nos preocupemos de más por lo que digan otros o sencillamente nos alejemos.
Las mentiras y el engaño: El engaño en cualquiera de sus presentaciones rompe con la confianza, decepciona, deteriora la relación y termina levantando murallas entre dos personas.
La comodidad: Una persona que siempre busca su comodidad, le interesa poco más allá de ella misma, no es capaz de mover un dedo por alguien más si esto lo hace salir de su estado de confort, tiende a alejar a quienes le rodeen.
La negatividad: Esas personas que van por la vida buscando el punto negro en la pared blanca, suelen corresponder a personas que pasarán la mayor parte de sus vidas en estado de frustración, juzgando y criticando lo que encuentran a su paso y antes de contagiarse, lo mejor es distanciarse.
La arrogancia: Quienes piensan que hacen todo mejor a los demás (y que por lo general no hacen mucho), que sus métodos son los mejores, que su inteligencia es superior, generalmente tienden a menospreciar a quienes le rodean y quienes naturalmente no desean que los lleven a menos, terminarán por retirarse.
La victimización: Pasar por un mal momento, del cual sentimos no tener control es una cosa, y sentirnos víctimas constantes de la vida, es otra muy distinta. Quienes adoptan ese papel para interpretar sus vidas, terminan siempre escogiendo como método para interactuar la manipulación y la culpa de quienes le rodean, lo que al principio puede acercarlos a lo que esperan de los demás, pero a la larga se convertirá en un motivo para distanciarse.
Muchas otras actitudes terminan por alejar y desear no voltear atrás, éstas en lo personal resultan muy efectivas para distanciar afectos, ¿Cuál sumarías tú a la lista?
FUENTE: rincondeltibet.com