El perpetuar el amor es mas una decisión que una emoción, los sentimientos de amor por el cónyuge pueden aumentar o disminuir a través de las tormentas de la vida. Cuando surgen las dificultades algunas personas concentran su energía en la idea de la separación o el divorcio en lugar de fijarlas en la forma de resolver los problemas y buscar ayuda profesional si es necesario.
Los matrimonios dedicados estan dispuestos a emplear tiempo y energía para el fortalecimiento de sus relaciones.
La comunicación en el matrimonio comprende todos los pensamientos, sentimientos, acciones deseos que se exresan entre sí marido y mujer ya sea verba o silenciosamente. Se puede buscar ayuda, ir a terapia, pero todo eso no sanara las heridas conyugales a menos que las personas interesadas lo sientan desde el corazón y debe ser en ambos.
Hay personas que se comportan como si creyeran que marido y mujer deben pensar y actuar de la misma forma. Si se reconoce, aceptan, aprecian y hablan las diferencias que tienen con su cónyuge y sobre todo si se tiene la voluntad de mejorar en la relación serán mas comprensivos y responderán mejor a las necesidades y maneras de actuar de éste.
La cura para la mayoría de los problemas matrimoniales no está en el divorcio, sino en la comunicación asertiva, el arrepentimiento sincero y el perdón, en las manifestaciones de amor y buena voluntad para ejecutar los acuerdos a los que se llegan, de nada sirve hablar y llegar a acuerdos si estos no se llevan a cabo.