Muchos jóvenes y adolescentes en el día actual se sienten con muy baja autoestima y una de las causas principales es el maltrato emocional que pueden sufrir en la escuela como comentarios sarcásticos de los maestros o acciones disciplinarias que tienen que ver con el fin de avergonzar a esos niños ante sus compañeros.
Cuando los padres rechazan a sus hijos, los jóvenes criados en un ambiente familiar donde hay un exceso de críticas, menoscabos, desprecios o falta de atención por parte de los padres hacia los hijos, trae una gran probabilidad de desarrollar una baja autoestima en el joven y en el adolescente.
Otros dicen para lograr una mejor autoestima en sus vidas: “tengo que contar con la aprobación de mis amigos para poder sentirme bien”, y claro tratan de buscar la aceptación y tienden a ceder ante la presión de sus amigos en un esfuerzo por lograr su aprobación, es aquí donde nace la falta de identidad de los chicos, en donde buscando precisamente esa aprobación comienzan a fumar, a tomar a insistencia de los amigos para pertenecer a ciertos grupos y lograr así un sentido de pertenencia que en muchos casos no encuentran ni siquiera en casa.
Hoy en día tenemos una gran cantidad de jóvenes y adolescentes que sufren de una pobre autoestima, un gran complejo de inferioridad, un pobre amor por ellos mismos.
Una de las varias razones sin lugar a dudas es la disfuncionalidad que hoy en día existe en la mayor parte de las familias, desde un hogar donde hay los golpes, los silencios, los descalificativos verbales, la comparación entre hermanos, padres alcohólicos, padres que se desentienden de los hijos por querer “vivir su vida” y no les prestan suficiente atención que al final viene a derivar en una profunda soledad en los adolescentes.
Si los adultos tomáramos consciencia de que antes de tener hijos debemos encontrarnos y amarnos a nosotros mismos para estar en facultad de poder escoger a nuestra pareja quien será nuestro complemento de felicidad y no la felicidad en si misma, es entonces que decidiríamos tener hijos que son nuestra responsabilidad y que debemos educarlos, amarlos y proporcionarles todo lo necesario para hacer de ellos unos jóvenes excelentes, creadores futuros de una sociedad sin igual. Todo esto siendo excelentes PADRES a raíz de amarnos primero a nosotros mismos.