Cuando se forma una relación de pareja hay unos pactos implícitos y explícitos que se generan y que configuran un vínculo amoroso, cuando ese vínculo se rompe por el descubrimiento de una infidelidad, la persona a la que le han sido infiel siente en lo más profundo de su corazón enojo, desilusión, traición, incredulidad y una injusticia tremenda.
Situación totalmente comprensible pues ha perdido la familia si está casado y si no lo estas, la ilusión de formar una, los hijos, el entorno, los proyectos y toda la expectativa que giraba en torno a la pareja y a la relación
La sensación de dolor es tan grande que sientes que te ahogas, que no puedes respirar, el duelo se hace presente en ti por la pérdida que todo ello representa.
Pero, ¿debo perdonar o no?
Con la traición y ruptura de esos valores o normas establecidos en la relación, la desconfianza será un hecho presente. Finalmente, la falta de confianza derivará en otras consecuencias negativas como inseguridad, celos, control, discusiones, reproches, etc. Llegados a este punto habrá dos caminos, continuar o terminar la relación.
La principal pregunta a esto es:
¿Vale la pena seguir construyendo ilusiones, esperanza, proyectos con esa persona que ha transgredido mi confianza?
Si tu respuesta es SI y la pareja que ha sido infiel está dispuesta a resarcir el daño hecho, lo mejor será asistir a terapia de pareja e iniciar el proceso de recuperación a través de la comunicación, la buena voluntad para hacer las cosas, reenamorarse como cuando recién se conocieron, sin apresurar las cosas, tomarse su tiempo. Esto no significa ser indiferente solo volver a reencontrar el camino donde uno de los dos se separó emocionalmente.
Aprender a preguntarse con el tiempo. ¿Estoy siendo la pareja que necesitas en tu vida? ¿Qué puedo mejorar? Y trabajar sobre ello
Si tu respuesta es NO, entonces también es importante trabajar en decir ADIÓS sin escándalo, sin reproches. La pareja te puede decir mil y un cosas del porque lo hizo sin embargo una traición es tal que nada puede disfrazarlo.
En ambos casos sea SI o NO, en lo que hay que trabajar es en el perdón, elaborar el duelo, darte cuenta de lo que tienes a tu alrededor (tu familia, amigos) y seguir adelante.
Si la infidelidad es un error del otro ¿porque tú vas a pagar eso en tu vida?
Alguna vez escuche a alguien decir: Quien no perdona es como tomarse un veneno esperando que le haga daño al otro, el dolor te consume día con día, los pensamientos de enojo, de rabia que no te dejan vivir en paz, si no trabajas en el perdón serás consumido por ese dolor, que te puede inutilizar para el futuro.
El perdón es un regalo de paz que te das a ti mismo.
Trabaja en ello y sé feliz, recuerda que cuando una puerta se cierra se abrirán otras de luz y amor que te permitirán avanzar en tu camino
Al final la decisión es tuya, tienes que evaluar cuál sería la mejor para tu vida.®
Bendiciones para todos
Xochitl Tanatologa
¿Cómo tener fuerza de voluntad? ¿Qué hacer para lograr propósitos de la vida cotidiana como levantarse temprano, bajar de peso, practicar deporte o sentarse a estudiar? Estos son solo algunos ejemplos de actividades que nos costará realizar si no contamos con la suficiente intención. Es simple: tener fuerza de voluntad cambiará el curso de tu vida y te permitirá alcanzar tus objetivos a mediano y largo plazo.
En este artículo te enseñaremos algunas claves y consejos para practicar la fuerza de voluntad en tu rutina diaria. ¡Una vez que empieces, todo será más fácil!
¿A qué nos referimos con fuerza de voluntad?
La voluntad es la capacidad humana para decidir lo que se desea y lo que no, y actuar en base a ello. Sin embargo, muchas veces ocurre que no encontramos la fuerza necesaria para llevar a cabo la actividad deseada. A esto nos referimos con fuerza de voluntad: la capacidad de perseguir un objetivo o idea a pesar de los obstáculos o las distracciones.
Un ejemplo claro es alguien que decide dejar de fumar. Muchas personas lo intentan varias veces hasta que logran suspender el tabaco por completo. Una de estas causas es que manejan su impulso y evitan recurrir a la satisfacción inmediata que el cigarrillo les da. Para esto la fuerza de voluntad resulta determinante. Sobreponerse al deseo que genera el cigarrillo en pos de un objetivo mayor solo puede lograrse a través de este proceso mental.
¿Cómo tener fuerza de voluntad?
A pesar de que no hay una técnica científica para desarrollar la fuerza de voluntad, sí puedes probar algunos tips a la hora de cumplir tus objetivos. A continuación, te mencionamos algunos de ellos:
Afirmaciones positivas
Pongamos el ejemplo de una persona que busca ahorrar. En vez de pensar negativamente —“no debo gastar dinero en cosas innecesarias” o “no debo gastar demasiado”—, debería pensar su objetivo en positivo: “ahorraré un 10% de mi salario”. Con este simple cambio de mentalidad, la persona define exactamente el deseo, lo vuelve más tangible y puede hacerlo realidad con mayor facilidad.
Cambia el entorno
Muchas veces el cambio que necesitamos para potenciar nuestra fuerza de voluntad no es solo mental, sino que también tiene que ver con nuestro entorno. Por ejemplo, si quieres bajar de peso, una forma de ayudar a tu fuerza de voluntad es depurar tu casa de cualquier tipo de alimento chatarra o calórico que represente una tentación y te aleje de tu objetivo. Si quieres ahorrar, deja las tarjetas de crédito cuando sales de casa para no hacer gastos innecesarios.
En ocasiones será necesario también cambiar de círculo social, ya sea nuestro grupo de amistades o nuestro trabajo.
Imagina recompensas
Una manera de mejorar tu fuerza de voluntad es imaginar recompensas. Cada vez que fijes una meta, establece también un premio que te incentive a lograrla. Por ejemplo, estudiar 2 horas y luego ver un capítulo de tu serie favorita o bajar 3 kilos de peso y hacerte un masaje. De esta manera, el recorrido será más ameno.
Usa un enfoque gradual
Otra forma de tener fuerza de voluntad es con un enfoque gradual. En otras palabras, ir poco a poco. Si te propones un cambio de hábito drástico en un tiempo reducido, acabarás abandonando tu objetivo, pues te parecerá demasiado imposible. Da pasos pequeños, pero seguros.
¿Por qué tenemos poca fuerza de voluntad?
Al pensar en nuestros objetivos personales y profesionales, muchas veces nos preguntamos: ¿por qué otras personas pueden y yo no? La mayoría de los casos no es por falta de condiciones, sino por falta de voluntad. Algunas de las razones son:
No ves resultados
A veces nuestros objetivos nos impiden ver resultados de manera inmediata. La recompensa puede llegar en días, meses o incluso años, y eso puede desmotivarnos. No perder de vista el porqué empezaste es clave para desarrollar la fuerza de voluntad y no rendirse.
No eres realista
Los propósitos que nos fijamos pueden no ser realistas. Si una persona desea bajar 10 kilos en una semana, se frustrará y abandonará su cometido a los pocos días. Proponerse metas es el primer paso, pero deben ser alcanzables y realistas para tus posibilidades y estilo de vida.
No es lo que realmente quieres
¿Piensas tus objetivos con base en lo que quieres o lo que se espera de ti? Esta pregunta puede ser determinante cuando sientas desmotivación o frustración. Si tus metas no tienen que ver con tu verdadero deseo, nunca encontrarás la voluntad suficiente para llevarlas a cabo.
Conclusión
La fuerza de voluntad, al igual que la disciplina, debe trabajarse con constancia y sin perder de vista los objetivos. Cualquier meta se puede lograr, lo importante es trabajar en los puntos mencionados y no perder de vista el propósito final.
FUENTE: www.aprende.com
Cuando no se educa a los niños para que aprendan a perder llegan a ser adultos que no saben lidiar con su frustración, y como consecuencia o no participan en actividades que les importan y les resultan interesantes (como jugar a algo con amigos para evitar perder) o abandonan sus metas en la primera derrota con enfados y rabietas fuera de lugar. Este tipo de actitudes generan estrés y limitan la forma en que los niños deberían acercarse al juego, a sus amigos y familiares en un rato entretenido…etc.
Por eso enseñar a los peques a tener una actitud positiva frente a la derrota les ayudará a mejorar su autoestima, y les facilitará también el hecho de participar en las actividades que surjan tan solo por el hecho de divertirse y pasarlo bien, enfocando la mejora continua en aquellas metas que de verdad quieran alcanzar. Todo esto les conducirá a una mejor relación consigo mismos y con sus compañeros, y mejorará su nivel de socialización general así como su forma de enfrentarse a la vida y al estrés tanto en el presente como en el futuro.
En definitiva, son muchos los beneficios que los niños pueden adquirir con una educación que se base en guiarles en la lucha contra la frustración y hacia las bondades y el aprendizaje que saber perder también nos aporta como seres humanos. Pero, ¿qué pautas debemos seguir para educar a los niños en ese saber perder y en la tolerancia al “fracaso” y la impotencia?
Estrategias para educar a los niños a afrontar sus derrotas
Aunque a veces no lo parezca, lo cierto es que es muy importante la actitud que tengamos en la vida los adultos para la forma en la que ellos toleren o no la frustración y puedan perder sin necesidad de enfadarse o disgustarse. A veces los adultos también nos enfadamos si no conseguimos algo, si pierde nuestro equipo de fútbol…son muchas las casuísticas que seguro podríamos citar, y todas ellas influyen en los niños, pues siempre están pendientes de cómo se comportan sus familiares y seres queridos. Corregir nuestras propias actitudes será fundamental y primordial para conseguir el éxito personal de los niños, y a continuación podremos centrarnos también en otras cuestiones y sugerencias, como las siguientes:
- Cuando juegues con los niños no evites que pierdan, es necesario que ellos sientan el sentimiento de la derrota para identificar su grado de frustración y la gerencia del mismo. Es importante que los niños pierdan con sus padres para poder educar sus comportamientos antes de que lo experimenten con sus amigos.
- También es importante que ganen, porque si siempre pierden reconocerán la frustración como el sentimiento normal o habitual, y esto puede quitarles el interés de alcanzar metas, lo que tampoco queremos. En los juegos en familia es fácil controlar los resultados, así que dale a los peques también la oportunidad de ganar de vez en cuando, sobre todo cuando se hayan esforzado y su comportamiento haya merecido la pena.
- Educa el comportamiento de los niños una vez que hayan ganado o perdido. Es decir, no les permitas que ridiculicen a los perdedores ni que los ridiculicen a ellos cuando hayan perdido. Tu ejemplo será muy importante en este punto, y si te frustras con facilidad y no controlas adecuadamente tu propio comportamiento habrá más posibilidades de que aprendan por imitación tus gestos y tus ofuscaciones antes que tus palabras.
- Debes permitirles enfadarse cuando pierdan, pero pon límites a dichos comportamientos de enojo. No debe haber rabietas, ni gritos, ni golpes. Al finalizar el juego, haz énfasis en lo bien que todos lo habéis pasado y no te enfoques en las rabietas aunque finalmente las haya habido, o quedará un mal recuerdo del día.
- Reírse de las equivocaciones es la mejor manera de canalizar el enfado y la frustración. Cuando te equivoques resáltalo con humor y manifiesta una actitud positiva frente a lo ocurrido. ¡Seguro que tomarán ejemplo!
- Por último, enseña a tus niños a no asociar la derrota con el fracaso rotundo. Perder o no alcanzar una meta también es sinónimo de aprendizaje, y seguro que esto hará que estén mejor preparados para ganar la próxima vez.
FUENTE: bosquedefantasia.com
A veces nos preguntamos porque soy así? porque siento que algunas cosas me molestan? porque soy celoso? porque soy insegura? todo esto tiene un origen, te invito a que escuches este podcast y descubras las maravillas de tu interior!